El Camino Portugués destaca por ser uno de los recorridos más populares en la ruta del Camino de Santiago. Comenzando en el sur de Portugal y pasando por las hermosas ciudades de Lisboa y Oporto, este camino portugués central se adentra en Galicia a través de la ciudad de Tui. También existe una variante de esta ruta tradicional que discurre junto a la costa, partiendo de la ciudad de Oporto y adentrándose en Galicia a través de la desembocadura del río Miño, en A Guarda, y más adelante, llegando a la localidad de Baiona. A partir de Redondela, ambos recorridos se fusionan en dirección a la ciudad de Pontevedra, donde cada vez más peregrinos y turistas deciden reservar su alquiler vacacional.
En la Edad Media, el Camino Portugués comenzó a expandirse gracias a las antiguas calzadas romanas. Después de que el reino de Portugal se independizara de Castilla, la reina Isabel de Portugal decidió emprender su peregrinaje a Santiago a través del Camino Portugués en el siglo XIV. Además de su valioso viaje, fundamental para fortalecer esta ruta, la reina asignó una suma importante de dinero para mantener los hospitales de peregrinos. Con el tiempo, otros nobles y monarcas también se sumaron al Camino Portugués, como el rey portugués Manuel I en 1502 y el Gran Duque Cosme III de Médicis en 1669.
La creciente popularidad y éxito de este camino condujo a la aparición de numerosas posadas, albergues y hospitales para peregrinos en los caminos que conectan Lisboa y Compostela, un fenómeno documentado en los siglos XV y XVI.
Adicionalmente, existe una variante espiritual del Camino de Santiago que une el Camino Portugués con la ruta Traslatio, también conocida como la ruta del Mar de Arousa y el Río Ulla. Según la tradición, los discípulos del Apóstol recorrieron esta ruta con sus restos, remontando el curso del río Ulla hasta Iria Flavia-Padrón antes de llegar a Santiago.
Pontevedra, capital del Camino portugués
Pontevedra marca el punto final de una etapa para los peregrinos que recorren el camino desde Redondela, mientras que para aquellos que continúan hacia Caldas de Reis, representa el punto de partida. La entrada al municipio a lo largo del Camino Portugués se realiza a través del histórico puente de Ponte Sampaio, situado en la desembocadura del río Verdugo. Este puente, de origen medieval pero renovado en los siglos XVI y XVII, es célebre por haber sido el escenario de la última batalla en Galicia contra las fuerzas napoleónicas durante la Guerra de la Independencia. En este entorno natural de gran valor, se encuentra el encantador islote Medal, al que se puede acceder a pie y disfrutar de múltiples senderos para caminatas.
Tras dejar atrás Ponte Sampaio, el recorrido continúa hacia Ponte Nova y luego se adentra en el encantador tramo de la Brea Vella da Canicouva, una senda de aproximadamente 1 km formada por grandes losas que sigue el antiguo trazado de la vía romana XIX. Este segmento del Camino, que abarca desde Pontesampaio hasta A Canicouva y la entrada al municipio de Vilaboa, posee un encanto incomparable y alberga la pintoresca capilla de Santa Marta, erigida en 1617.
Al volver al municipio de Pontevedra, dos señales indican a los peregrinos el camino hacia el centro de la ciudad: la opción de Tomeza o el sendero natural a lo largo del río Gafos. Esta última alternativa destaca por su belleza, pero cabe señalar que no es accesible para sillas de ruedas ni se recomienda para bicicletas debido a las raíces de los árboles. También se sugiere evitar transitar a pie por esta ruta en épocas lluviosas debido al barro y el agua acumulada en el camino.
Existen múltiples alojamientos en Pontevedra, destinados a los peregrinos. El tramo urbano del Camino de Santiago, iluminado con suaves luces de tonalidad lavanda, se convierte en un agradable paseo por las calles y plazas más emblemáticas de Pontevedra. Gracias a su modelo urbano peatonal, apenas se encuentran vehículos, ya que Pontevedra ha apostado por crear una ciudad amigable para los peatones.
Continuando por la calle Virgen del Camino, una estructura con el número 64,5 marca la distancia restante hasta Santiago. Más adelante, un conjunto escultórico creado por Manuel Collazo y Manuel Fandiño, compuesto por una fuente y una inscripción que dice «Pontevedra é boa vila e da de beber a quen pasa«, da la bienvenida a la Glorieta de Compostela. En este punto, el camino sigue por la calle de la Peregrina, donde se encuentra el icónico santuario que lleva el mismo nombre, uno de los principales símbolos de la ciudad y un lugar destacado en el Camino Portugués.
La Peregrina
Este templo, construido a finales del siglo XVIII, acoge a la Patrona de la provincia y del Camino Portugués hacia Santiago. Lo más peculiar de este santuario es su estructura en forma de concha de vieira, símbolo icónico del Camino de Santiago y los peregrinos. En el exterior, tres estatuas representan a la Virgen, a Santiago y a San José, vestidos con trajes de peregrinos. Destaca en la entrada una concha gigante de origen natural utilizada como fuente de agua bendita, un obsequio del almirante pontevedrés D. Casto Méndez Núñez, traída desde el Pacífico como muestra de agradecimiento por su victoria en la batalla de Mindanao en 1861. La imagen actual de la Virgen, fue esculpida por el artista catalán Luis Vermell en 1867, mientras que la figura del Niño es obra de Gambino, realizada en 1814. El segundo fin de semana de agosto marca el comienzo de las festividades en honor a la Virgen Peregrina, que se prolongan durante 10 días en la ciudad.
Ahora que ya conoces un poco más acerca de la ciudad pontevedresa, es hora de reservar tu alquiler vacacional en Pontevedra para que tu Camino esté completo, ¿a qué estás esperando?
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