Explorar la naturaleza de la provincia de Pontevedra implica descubrir parques y bosques que brindan una atmósfera fresca y tranquila a quienes los visitan. Alcanzan su máximo esplendor durante el otoño, cuando las hojas se tiñen de tonalidades ocres y el suelo se cubre con un manto de tierra húmeda, hojas caídas, castaños y hongos. Sin embargo, estos espacios naturales permiten desconectar de la rutina y disfrutar de aire puro en cualquier época del año, por lo que escoger uno de los múltiples alojamientos en Pontevedra es una ideal excepcional.
Uno de los bosques autóctonos más reconocidos es el de la Fraga de Catasós en Lalín, una extensa área poblada de robles y castaños que alcanzan alturas impresionantes de hasta 30 metros, lo que lo convierte en el bosque más alto de Europa. En este centenario pulmón verde, se pueden encontrar diversas iglesias, molinos y cruces que enriquecen aún más este entorno natural.
En la península del Morrazo se encuentra un cautivador rincón natural llamado Cotorredondo-Castiñeiras, un bello lugar que alberga un pequeño lago donde se entrelazan tierra y agua, y donde conviven en perfecta armonía los castaños y otras especies de plantas. Desde el mirador cercano de Cotorredondo, se puede disfrutar de vistas impresionantes de las tres rías (Vigo, Pontevedra y Arousa). En las Rías Baixas, es posible reconectarse con la naturaleza sin necesidad de alejarse demasiado de la urbe.
En los alrededores del río Verdugo, en Ponte Caldelas, se encuentran bosques de robles, castaños y abedules. Para adentrarse en ellos se recomienda seguir el sendero azul que parte desde la playa fluvial de la Calzada. Hacia el sur, en las afueras de Vigo, el Parque Forestal Monte Alba-Cepudo regala impresionantes vistas panorámicas de la ciudad.
A través de majestuosos pinos y robustas encinas, el recorrido continúa por la Serra do Galiñeiro. Esta elevada montaña, con una cumbre de 700 metros que se convierte en un espectacular mirador a la ría de Vigo y se extiende por el Parque Natural del Monte Aloia, en Tui. En este privilegiado observatorio, desde donde se contemplan vistas extraordinarias del río Miño, se pueden emprender diversas rutas entre centenarios alcornoques, frondosos acebos y venerables robles en el encinar de Ermida. Al sur, la imponente Serra da Grova despliega escenarios decorados con interesantes grabados rupestres.
LOS PAZOS DE ULLOA
Las raíces históricas de Los pazos de Ulloa se entrelazan con la trayectoria de Fraga de Catasós, una finca que pertenecía a la distinguida familia Quiroga de Catasós. Esta ilustre estirpe residía en la imponente mansión Quintela, también reconocida como Casa de Quiroga. Durante el siglo XIX, la reconocida escritora Emilia Pardo Bazán encontraba tranquilidad en este magnífico paraje. Este rincón pintoresco se convirtió en una fuente de inspiración para la autora, quien desde este palacio escribió varios capítulos memorables de la obra literaria clásica Los pazos de Ulloa.
Este entorno natural hace que cada vez sean más los turistas que escogen su alquiler vacacional en Pontevedra para poder desconectar de la rutina y disfrutar de este relajante ambiente en plena naturaleza ¿a qué estás esperando?
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