Visitar las Rías Baixas en invierno es una experiencia única y especial, perfecta para quienes desean descubrir el encanto de Galicia sin el bullicio del verano. La temporada baja ofrece la oportunidad de explorar pueblos históricos, pasear por calles empedradas y degustar la gastronomía gallega en un ambiente tranquilo y acogedor. En esta ruta, nos sumergiremos en tres de los pueblos más encantadores de las Rías Baixas: Combarro, Cambados y Tui. Cada uno tiene su personalidad y su magia, pero comparten un entorno en el que la historia, la cultura y la naturaleza se entrelazan en un marco invernal que invita al descanso y la contemplación.
Para disfrutar al máximo de esta experiencia, el alquiler de casas vacacionales en Marín es una excelente opción, pues ofrece la libertad de descubrir cada pueblo a tu propio ritmo y sentirte como en casa en un entorno acogedor y rodeado de belleza natural.
Primera parada: Combarro, el encanto de los hórreos y el mar
Combarro, a solo unos minutos de Pontevedra, es un pequeño pueblo pesquero conocido por sus hórreos a la orilla del mar y su arquitectura típica gallega. En invierno, Combarro se vuelve aún más especial, ya que la tranquilidad de la temporada baja permite disfrutar de su esencia sin prisas ni aglomeraciones. Las calles estrechas y empedradas del casco antiguo, adornadas con balcones de piedra y madera, crean un ambiente único para pasear mientras escuchas el sonido del mar de fondo.
La característica más destacada de Combarro son sus hórreos y cruceiros. Los hórreos, construcciones elevadas de piedra o madera que servían para almacenar grano, se alinean a lo largo de la costa y crean una imagen pintoresca que parece sacada de un cuadro. También encontrarás cruceiros (cruces de piedra talladas) en cada esquina, un elemento muy característico de la cultura gallega.
Además de recorrer el casco antiguo, te recomendamos hacer una parada en algunos de los restaurantes que se especializan en mariscos y pescados frescos de la ría. Prueba las almejas a la marinera, el pulpo o una deliciosa empanada gallega, un plato ideal para entrar en calor y disfrutar de los sabores tradicionales. No hay mejor manera de acabar el día en Combarro que con un paseo al atardecer junto al mar, cuando el reflejo de las luces se mezcla con la calma invernal del océano. Sin duda, alojarse en alguna de las casas vacacionales en Marín es una opción perfecta para moverse con libertad por los alrededores y conocer a fondo el encanto de Combarro.
Segunda parada: Cambados, capital del Albariño y tesoro cultural
Cambados, conocida como la «capital del Albariño», es un lugar que fusiona perfectamente el encanto rural con una rica historia. Este pueblo es famoso por sus bodegas de vino y sus monumentos históricos, lo que lo convierte en una parada imprescindible para quienes visitan las Rías Baixas. La atmósfera invernal en Cambados le añade un toque de paz y autenticidad que permite disfrutar plenamente de su casco histórico, uno de los mejor conservados de Galicia.
Uno de los puntos destacados de Cambados es la Plaza de Fefiñáns, rodeada por el impresionante Pazo de Fefiñáns, un palacio renacentista que es símbolo del pueblo. Desde aquí, puedes pasear por las calles adyacentes y descubrir la belleza de sus casas blasonadas y las iglesias históricas, como la Iglesia de San Benito. Además, en invierno muchas de las bodegas de la zona están abiertas para visitas y catas, donde podrás degustar el famoso vino Albariño, conocido mundialmente por su frescura y sabor afrutado.
Además de la cultura del vino, Cambados es un lugar ideal para probar la gastronomía gallega. Los restaurantes de este pueblo ofrecen una selección excelente de mariscos y pescados, y en invierno, podrás disfrutar de una comida en un ambiente más íntimo y relajado. La caldeirada de pescado y las vieiras a la gallega son platos típicos que no te puedes perder.
Para aquellos que quieran adentrarse más en la historia del pueblo, el Museo del Vino de Cambados es una visita interesante que cuenta la historia de la viticultura en la región y la importancia del Albariño en la cultura gallega. Y, para quienes prefieren alojamientos en la zona, hay alojamientos en Pontevedra que ofrecen un fácil acceso tanto a Cambados como a otros pueblos destacados de la región.
Tercera parada: Tui, una joya medieval junto al río Miño
Para finalizar esta ruta, viajamos hacia Tui, un encantador pueblo medieval que se encuentra a orillas del río Miño, en la frontera con Portugal. Tui es uno de los pueblos más antiguos de Galicia, y su ambiente invernal, con la niebla cubriendo a veces sus calles y el sonido del río de fondo, le da un toque místico que cautiva a cualquier visitante.
El casco histórico de Tui es perfecto para recorrer a pie, ya que en cada rincón se pueden encontrar vestigios de su rica historia. La Catedral de Santa María de Tui, una impresionante construcción de estilo románico y gótico, es uno de los monumentos más importantes del pueblo. Desde su torre, puedes disfrutar de unas vistas panorámicas del río Miño y el paisaje gallego-portugués, una imagen que en invierno se viste de una belleza singular.
El encanto de Tui radica también en sus calles y plazas empedradas, que están llenas de casas señoriales, iglesias y conventos que cuentan la historia de este lugar fronterizo. Además, Tui cuenta con una excelente oferta gastronómica donde destacan los platos de invierno como el caldo gallego y el lacón con grelos, que son perfectos para entrar en calor en esta época del año.
Para quienes buscan una experiencia en plena naturaleza, Tui está muy cerca del Parque Natural Monte Aloia, un lugar ideal para realizar rutas de senderismo en un entorno boscoso. Desde sus miradores se puede contemplar el río Miño y la región circundante, creando un espacio perfecto para respirar aire puro y disfrutar de la naturaleza.
Un invierno inolvidable en las Rías Baixas
La ruta por Combarro, Cambados y Tui en invierno es una experiencia que permite disfrutar de la verdadera esencia de Galicia. Cada pueblo tiene su encanto particular, pero en conjunto ofrecen un recorrido que combina historia, naturaleza y gastronomía de una manera inigualable. La temporada invernal añade un toque de serenidad y autenticidad que hace que estos destinos sean aún más especiales.
Recorrer estos pueblos es sumergirse en la Galicia más auténtica, donde el tiempo parece detenerse entre paisajes que invitan a la contemplación y sabores que se quedan en la memoria. Así que si estás buscando un destino para un viaje invernal que combine cultura, tranquilidad y belleza natural, ¡las Rías Baixas te esperan! Desde tu alquiler de casas vacacionales en Marín podrás explorar esta increíble región y tener una base cómoda y acogedora desde donde disfrutar de todos estos atractivos.
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