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El termalismo en las Rías Baixas es parte de la tradición histórica de la provincia de Pontevedra. Los romanos descubrieron los beneficios de las aguas que manaban a más de 50 grados de temperatura de las burgas de Caldas de Reis y Cuntis. Junto con los balnearios de la Illa da Toxa y Mondariz, forman los cuatro destinos más conocidos para aprovechar las aguas mineromedicinales de la zona.
Balneario de Mondariz
En Europa, en el siglo XIX, se vivió una época de auge para los baños termales y balnearios, que se extendió hasta principios del siglo XX. En la provincia de Pontevedra, el balneario de Mondariz fue pionero. La primera mención escrita sobre las propiedades de estas aguas data de 1848. La comercialización y la conversión en el actual balneario se deben a Sabino Enrique Peinador y su hermano Gumersindo, quienes lograron la declaración de utilidad pública de las fuentes de la Gándara y Troncoso.
Personajes prominentes de la época, como aristócratas o grandes empresarios, aprovechaban los beneficios de esta localidad pontevedresa. La importancia del proyecto llevó a la creación de una moneda local, los peinadores, y a la independencia del municipio de Mondariz en 1924.
A pesar de enfrentar dificultades durante la Guerra Civil Española y la posguerra, el balneario sufrió un declive acentuado, agravado por un incendio en la década de 1970. Desde la década de 1990 hasta la actualidad, se ha reinventado como el mayor complejo hotelero gallego, incluyendo un campo de golf, un centro de congresos y servicios de hostelería, además de sus baños.
Illa da Toxa
Durante siglos, la Illa da Toxa en O Grove fue usada por los vecinos para pastoreo y labores agrícolas. En el siglo XIX, el descubrimiento de sus aguas termales y medicinales llevó a su privatización. Se construyó un antiguo balneario, generando un aumento significativo del turismo y el desarrollo de nuevas instalaciones. Se dice que un burro enfermo descubrió accidentalmente los manantiales que en 1899 situaron a O Grove no solo en el panorama termal europeo, sino también en el del lujo. En el Gran Hotel de La Toja se alojaron grandes personalidades, contribuyendo a conservar el lujo de la zona. Atrajo al Premio Nobel de Medicina Santiago Ramón y Cajal y se califica como «un auténtico templo consagrado a la salud».
Valles del Ulla, Caldas y Cuntis y su tradición termal
En esta zona junto al río Ulla, la tradición termal fue crucial para el desarrollo del pueblo. Sus aguas, de naturaleza clorurado-sódica, son de las más interesantes en el espectro mineromedicinal, beneficiando afecciones respiratorias, reumáticas, cutáneas, ginecológicas y quirúrgicas. El escribano Joaquín Dávila Mariño construyó la primera casa de baños en 1780, llamándola Baños Dávila. El Balneario Acuña, el segundo más importante, fue erigido por Pedro Acuña y Malvar en 1812. Por último, la centenaria fuente pública de la Burga en Caldas de Reis, donde el agua brota a 50 ºC por la boca de leones.
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