Si por algo se caracteriza la provincia de Pontevedra es por las múltiples villas de tradición termal ricas en aguas micromediciales con importantes propiedades curativas. Como dijo Emilia Pardo Bazán: “aquí curan os estragos do pensamento e os danos da civilización”. Así que, si estas vacaciones has elegidos alojamientos en Pontevedra para venir con tu familia o amigos, te invitamos a conocer la oferta termal de las Rías Baixas.

Tradición termal desde la época romana

La historia termal de las Rías Baixas se remonta a la época romana. En aquel entonces, el agua que manaba de fuentes termales como las de Cuntis o Caldas de Reis ya se utilizaba con fines terapéuticos. Aunque no fue hasta mediados del siglo XIX que los baños y balnearios vivieron su momento de esplendor en Europa. Aprovechando esta circunstancia, los hermanos Peindaor iniciaron la explotación comercial de las fuentes de Gándara y Troncoso en Mondariz-Balneario.

En un principio, la fama de las aguas termales de Pontevedra procedía de su eficacia para paliar problemas respiratorios o reumatismo. No obstante, con el paso del tiempo, se demostró que además eran grandes aliadas en tratamientos de belleza, antiestrés o pérdida de peso.

Aunque con el tiempo antiguas casas de baños como la de Catoira, Ponte Caldelas o Vila de Cruces cesaron su actividad, otras fueron renovándose y mejorando sus instalaciones con el paso de los años sin perder su esencia original. Para quienes disfruten de alojamientos en Pontevedra, en los balnearios de Mondariz, isla de A Toxa, Cuntis o Caldas de Reis encontrarán cuatro destinos termales con una variada oferta cultural y gastronómica y paisajes increíbles.

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